lunes, 29 de noviembre de 2010

(Serenidad-naturaleza)


(En esta ocasión he decidido no representar con ninguna expresión el tema.

No es difícil asociar estas dos ideas, el concepto que se produce al juntarlas es fácil de entender, nos conduce a una remiscencia bastante obvia, sin embargo, no he encontrado una expresión que pueda frasear este concepto. Por un momento pensé que utilizar únicamente serenidad podría funcionar, pero hay muchas cosas que producen serenidad: una nube, un arrullo, una hamaca. Por lo tanto, serenidad no necesariamente supone naturaleza, aunque naturaleza sí nos trae, casi en automático, a la idea de serenidad, pero no podría decir solamente naturaleza, pues como concepto es muy ambiguo. En cambio, proporciono las dos ideas que al juntarlas producen una sensación contundente de lo que es el concepto de este mes, siendo pues, la evocación, el concepto en sí, y no las palabras serenidad-naturaleza, éstas son sólo el recurso para provocar tal evocación).

Un taco, un perfume y un videojuego que se reúnen bajo (serenidad-naturaleza) y que en su disfrute puede percibirse algo que es muy especial y bello: estas tres creaciones generan un placer para el que no se antoja excederse, contienen mesura y cierto sentido de balance por default. Se trata, pues, de un placer que produce bienestar, pero nunca exitación.




Un Jardin Après la Mousson de Hermès

Empezaba yo a enterarme de lo compleja y elevada que es la disciplina creativa de elaborar fragancias, y buscando perfumistas, me encontré con un artículo de Jean Claude Ellena en que él mismo hablaba de su colección de los jardines. Me parecía interesante que alguien lograra ese nivel de conceptualización en una fragancia. “Descubrí los perfumes verdes en los años 70, al ver un cuadro de Josef Albers, un pintor del siglo XX, en una pintura que había titulado "Aromas verdes” que es una representación de un cuadrado dentro de cuadrados. Me encantaba ese cuadro. Sentía su olor. Para el perfumista, el verde cobra numerosas formas de expresión. Hay verdes mate como el olor de la hierba cortada, verdes brillantes como el olor de la hoja del limonero, verdes crudos como el olor del pimiento, verdes duros como el olor del gálbano, verdes tiernos como el del jacinto …” Enseguida busqué la imagen a la que se refería:

Al final, el artículo mostraba la imagen de Un Jardin Après la Mousson. Varios días después casualmente encontré la fragancia en una tienda. Pedí la muestra en un secante; al instante supe que no había conocido una fragancia como esta, no olía a perfumería.

Regresé a casa con el secante olvidado en una bolsa y al abrirla, me inundó una sensación de estar respirando aire de monte, como si estuviera en el campo a la mañana siguiente de un día lluvioso. Ese pequeño papel fue suficiente para producir aquel estallido verde.

Enseguida busqué información del producto, leí que está inspirado en el aroma de la selva en India, “cuando el monzón restaura a la tierra lo que el sol ha tomado, espantando el aliento ardiente de la sequía”. Tal vez, si hubiera sido lo suficientemente perspicaz, me habría dado cuenta que precisamente, el título de la fragancia significa un jardín después del monzón.

Quedé impactado... Jean Claude Ellena es un virtuoso, pensé. La idea que me transmitió era muy clara, no podía creer que hubiera personas capaces de transmitir conceptos tan artísticos en algo tan abstracto como un olor. Desde ese momento comencé a seguir y admirar al nariz principal de Hermès como una de las mentes creativas que más me inspiran.

Pronto llegó el momento para adquirir la fragancia, para conocer qué se siente traer esa idea puesta. Es serenidad, serenidad que recuerda a cualquier momento de la vida en que uno haya estado solo en el campo, dando una caminata por veredas en el pasto sin urgencia de llegar a algún lugar. Un aroma que trasmite esa serenidad a quien lo usa y a los que están a su alrededor.

Al principio huele como un agradable dulce de limón (pruébese Tutsi Pop Green Power) se va tornando un tanto especiado, pero durante ese tiempo, sin haberse dado cuenta, uno está rodeado del una intensa atmósfera silvestre, comienzan a llegar recuerdos de hierbas y del campo en general. Toda esta evocación no es otra cosa que el resultado de una armoniosa sucesión de notas, minusiosamente colocadas en cada etapa del perfume: lima, flor de gengibre y notas verdes en la cabeza; cilantro, pimienta, cardamomo y notas acuáticas en el corazón; de flores de longosa y de vetiver verde en la base. Es una obra maestra de Jean Claude Ellena.





Flower de thatgamecompany

thatgamecompany es un estudio avocado a explorar emociones distintas en los juegos para alcanzar experiencias inspiradoras que “toquen” al público. Flower es uno que puede llegar a ser conmovedor, gracias al cariño, el alto nivel artístico y de interacción que se le invirtió.

¿Cómo? un juego que inspira paz, relajación y armonía ¿Es eso posible? Por años, mi idea de videojuego interesante se trataba de que fuera más y más exitante, esta creación vino a replantearme todo lo que pensaba que podía o debía ser un juego, un título imposible de clasificar.

La trama es acerca de los viajes oníricos de varias flores. Flores que están en macetas y al meternos en su sueño, podemos ver que fantasean con ser un viento que viaja de flor en flor, transformando parajes secos en pastizales que parecen salidos de un wallpaper de Windows.

¿Hippy? sí. Convencional, jamás. Lo que se puede apreciar en una simple imagen estática del juego en acción no se parece a nada que uno haya jugado antes.


Es decir, no hay letreros, no hay tiempo, no hay score, no hay ninguna clase de sobreimposición en la pantalla, no parece importar nada, y ciertamente es así, en Flower nada importa más que propio disfrute del juego, cada aspecto fue pensado para que sucediera de esta manera. El movimiento funciona a través del sitema SINXAXIS de control del PS3; tan sólo es necesario inclinar el control en la dirección en que se desea moverse y presionar cualquier botón para que el viento sople. Claro si vas a ser una ráfaga de viento, tiene sentido que el movimiento del jugador se transmita de esa manera tan natural.



Me parece conmovedor que cada nivel explore el sueño de una flor doméstica. Yo podría creer que esto es cierto; si me dijeran que el sueño de una planta es reverdecer y hacer brotar toda la vida del mundo, lo creería. Es encantador que la sustancia del juego sean estas visiones.

Flower es tan relajante y entretenido que no puede pasar desapercibido. Hasta mi madre de más de 60 años lo ha jugado y le ha gustado mucho. Pasó 3 niveles y se quedó con ganas de más, fue una experiencia muy agradable para ella, incluso menos estresante que el generoso Wii.

La música creada por Vincent Diamante, junto con el diseño de audio es otro gran acierto. Viste cada aspecto con total coherencia del concepto.

Es el juego bello. Kelly Santiago, presidenta de thatgamecompany y Jenova Chen, director creativo, son los principales responsables de esta memorable creación.

Aquí una exposición de Flower por el mismo Jenova Chen: http://www.gamespot.com/news/6234145.html







Taco de quelites de taquería Los Sifones

¿Cómo puede un taco contemplarse en (serenidad-naturaleza)?

Inevitablemente el taco está rodeado por ese halo de comida-antojo, donde viven ideas como “grasa saturada”, “gastritis”, “pesado”. El taco es una comida de batalla, por más cotidiana que que nos sea, es un alimento que hoy por hoy, no logra estar en paz con la conciencia. El taco de quelites es una franca excepción, pues para mi gusto, la naturaleza ha depositado en estos vegetales uno de sus sabores más honestos, su sabor transmite la esencia del ser agreste que es en vida, una hierba que crece de forma espontánea y oportunista entre otros cultivos o en la orilla de los caminos del campo.

Normalmente un taco es notable por tener un sabor intenso a algo, en este caso, se trata de lo contrario, es especial por su delicado sabor silvestre, apenas complementado con un poco de cebolla y jitomate.

Estos tacos (en realidad se pide como ensalada de quelites, pero viene con tortillas, por eso son tacos ¿acaso el "qué me ves" deja de ser taco por venir en un plato?) son singulares en cada detalle: Los quelites vienen dentro de una hoja de maíz, alrededor están acompañados de frijoles de la hoya, queso panela, aguacate, jitomate y sí, tortillas cuadradas preparadas en el lugar. Recomiendo añadir sólo uno de estos complementos a la vez en el taco y mucha moderación, el gusto de los quelites es tan sutil, que puede fácilmente ser dominado, lo mismo sucede con la salsa, apenas unas gotas son suficientes para agregar picor sin detrimento del sabor montés.

Peace of mind en un taco.

Los Sifones está en División del Norte y Canadá.

3 comentarios:

  1. Qué brillante post. Felicidades como siempre.

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  2. Felipón, muy bien con el taco y con el flower, pero se nota por mucho que lo que más te asombra es el perfume. Si yo fuera Hermes te querría haciendo reseñas para mis fragancias. Pura poesía y evocación. Felicidades!

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  3. Hey! Hasta con leer la reseña sentí serenidad...
    Hermés me encantó más de lo que ya me gusta, y Flower definitivamente me tranquilizó...
    Well done Felipe! Me gustó muchísimo!

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